lunes, 4 de julio de 2016

Detalles

    Adolfo siempre había creído con determinación en los detalles. Detalles que mostraban al resto de la gente la importancia de quien los poseía.  Unos buenos zapatos italianos no era muy bueno, pues sólo las personas de su misma condición apreciaban ese detalle. La misión de los detalles era mostrarlos ante la gente normal, gente,en resumidas cuentas, que estaban en los escalafones inferiores.

    Un teléfono móvil de última generación y de marca prestig. Unas gafas de sol de marca bien visible o un enorme reloj suizo, a ser posible dorado eran otros buenos detalles. Otro detalle, imprescindible para Adolfo, era una buena cartera de piel. Una bonita cartera de piel, una bonita y cara cartera de piel.

    Adolfo se sacó la cartera del bolsillo interior de la chaqueta y la abrió.  La observó con detenimiento. Esa era una estupenda y cara cartera de piel, con sus apartados para las tarjetas de crédito,  para los carnets, especialmente los de socio de tal casino o de ese exclusivo club. Y por supuesto un magnífico apartado para el dinero.
No como esas carteras, donde excasamente  caben los billetes pequeños. En la suya cabían sobradamente los más grandes y en buena cantidad.

   Adolfo miro su cartera abierta. Ahora la cartera estaba completamente vacía.

    ¿A quien le importan ahora los detalles?. Pensó Adolfo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario