Tenia los ojos y la mirada de un loco, el rostro contraído como un loco. Sus gestos y ademanes, muchas veces rápidos e inconexos eran los de un loco. Sus cambios repentinos de humor, tan pronto reía, lloraba o se enfurecida eran los de un loco.
Tenia toda la apariencia de un loco.
¿Por qué cada vez que me miró en el espejo, pregunto lo mismo?,¿ eres tu el loco, o soy yo?.